Título: EL ALFAJOR Y EL TIEMPO
La pequeña anécdota que voy a contar sucedió en un salón de clases de escuela secundaria en la época previa a la pandemia que atravesamos.
Me sirve como punto de partida para reflexionar sobre el puesto de trabajo de los docentes del nivel secundario
Estaba dando clase en quinto año cuando la asistente escolar entra al aula con alfajores para los alumnos y alumnas Eran las diez y media de la mañana y lógicamente los alfajores eran muy bienvenidos.
Los chicos y las chicas se abalanzaban a buscarlos y uno de ellos me dice: “Profe tenemos más hambre que maestro de escuela”.
A mí, que he escuchado y hasta usado esa frase muchas veces, se me ocurrió preguntarle por qué le parecía que se decía así y ante mi sorpresa el alumno me contestó:” Porque los profesores corren de una escuela a otra y no tienen tiempo ni para comer”.
Esta, para mí, sorprendente respuesta abre mi reflexión.
Como nieta de una maestra normal, que siempre recordaba los meses sin cobrar y el fiado de los compasivos almaceneros, esperaba otra respuesta, la que clásicamente se relaciona con esa expresión, la respuesta de que los maestros ganan poco, no cobran o no les alcanza el sueldo.
En cambio, en otro momento histórico me encontré con la mirada de este adolescente sobre sus profesores, mirada que les atribuía, nos atribuía otros problemas.
Este alumno que estaba transitando el final de su escuela secundaria veía a sus docentes como personas sin tiempo y esa falta de tiempo era causada, según su mirada, por las condiciones de trabajo.
Me gustaría decir por las características de su puesto de trabajo.
Un puesto de trabajo fragmentado, dividido en un desempeño en distintas instituciones
Ya fragmentado desde la división disciplinar, que nos hace trabajar solos, solas , con nuestra asignatura con imposibilidades materiales de reunirnos para generar proyectos comunes ya que esta doble o triple fragmentación institucional, curricular y la que deriva de la evaluación de los alumnos y alumnas nos coloca en un lugar de trabajo individual con muy pocos espacios de trabajo colectivo , aunque muchísimas veces se resiste a estos esquemas pero con una gran dosis de voluntarismo ya que no es lo planteado por la realidad.
Fragmentado también en la identidad en relación a la institución, a la vista de ese alumno los profesores corren, van y vienen, no tienen tiempo
¿Qué tiempo estaba requiriendo ese joven? ¿Qué quería contar, pedir compartir a esos profesores sin tiempo?
Otra lectura que puedo hacer es en relación a los que tienen hambre: no son, en la mirada del adolescente, sus profesores quienes pasan hambre.
Me atrevo a decir que las luchas sindicales han logrado una recomposición del salario de los docentes, también puedo pensar que los que llegan a la escuela muy apurados para ir a otras escuelas son, a los ojos de este alumno, quienes tienen algo muy valioso: un trabajo.
En tiempos de fragilidad social tener un trabajo es algo muy importante, muy soñado.
Otro punto que pienso en relación a las características del puesto de trabajo del profesor de escuela secundaria es que en la definición de trabajar por horas cátedra y no por cargo está en la raíz de estas cuestiones.
Horas cátedra divididas por curso, división e institución que son las que determinan que para reunir un sueldo suficiente el docente, la docente se vean obligados a “acumular” una cantidad de horas que les obligan a este traslado del que hablaba el alumno (tanto que en la legislación de algunas provincias se norma el régimen de “acumulación” de cargos y horas)
Esta forma de organización tiene que ver con la estructura de la escuela secundaria . Una estructura que condiciona no solo el transitar de los y las docentes sino también el de los y las alumnas y hasta me atrevería a decir con la construcción del conocimiento.
El joven que expresa esa mirada sobre sus profesores lo hace también ubicándose personalmente en un lugar, es como si dijera “nosotros estamos acá siempre, los profesores van y vienen”
Podemos preguntarnos como afecta la salud de los trabajadores de la educación del nivel secundario esta situación La falta de tiempo libre, la necesidad de recorrer día a día grandes distancias para acceder a los lugares de trabajo, el stress que conlleva responder a las exigencias de diferentes instituciones y adaptarse a las diversas culturas organizacionales, el tiempo extra escolar para por ejemplo corregir a un promedio de trescientos alumnos, la frustración de no poder cumplir con todo lo pedido
Esta simple anécdota, que surge del escuchar y de pensar que significan las cosas para el otro que la expresa, abre este abanico de miradas sobre el puesto de trabajo docente y la necesidad de poner en la agenda de las luchas colectivas, que tantas veces están apuradas por las coyunturas, la tarea de cambiar estas realidades
Cambios que por supuesto implican un debate muy fuerte sobre la inversión del estado porque una estructura escolar diferente, con docentes por cargo, con dedicación a una sola institución , con tiempos frente a alumnos y otros para consultas, tutorías , formación y trabajo colectivo implicaría una gran inversión por parte de los estados (otra fragmentación dada por la historia de nuestro sistema escolar y la intervención de políticas neoliberales)Inversión en redefinición de puestos de trabajo y creación de nuevos y también en infraestructura porque los espacios de las escuelas en general están pensados para la única actividad de “dar clase”
La irrupción de la pandemia puso en el escenario nuevas problemáticas y desnudo las desigualdades con las que convivimos históricamente, obviamente que las miradas están puestas ahora en ese lugar
Igualmente, no dejo de pensar en estas otras cuestiones como horizonte de lucha para que algún día los profesores y profesoras nos podamos quedar a compartir el alfajor con nuestros chicos y chicas sin tener que salir corriendo a otra escuela, pobres de tiempo para compartir.
María Susana Ludmer - Villa Constitución Pcia. Santa Fe - Docente
Mención del 12° Concurso Sin Presiones Expresión Escrita de lxs Trabajadorxs
Organizado por el ISLyMA – Córdoba setiembre de 2021
EL JURADO EXPRESÓ: Lo insalubre de la multiplicidad de trabajos (no solo de tareas), de ahí deviene también lo denominado como: malestar docente. La visión de los alumnos hacia esos maestros que van y vienen, que no tienen tiempo, ese tan necesario, tan pedagógico.