“300″ Tercer Premio : 10º Concurso Sin Presiones 2019

 300300

Tomo el café a las apuradas, no escuchó el despertador y se durmió. “A ver si llego al colectivo de las 8.45 hs” se dijo. Caminó las dos cuadras rápidamente mientras en su cabeza le retumbaban las palabras del Dueño de la empresa”…Mi socio me pidió que te despida pero logré evitarlo… por favor mantenete con perfil bajo hasta que todo pase…”

Sin causa, con indolencia, como si fueran patrones de estancia. En sus más de 25 años de trabajo jamás se le hubiera ocurrido que la quisieran despedir por hacer su trabajo.

Llego a la parada, había una pareja nerviosa que hablaba – Mira donde dobla…–

Alzo su mirada y vio el colectivo que cambiaba su ruta una cuadra antes de la parada sin que hubiera nada que le impidiera el paso.

- Viene otro! Dicen pero nuevamente el colectivo dobla una cuadra antes.

- Encima esto – pensó, mientras en su mente aparecían palabras de esa horrible conversación.

Un taxi salvador apareció y le hizo seña. Le dio pena que la pareja se quedara esperando y le ofreció llevarlos al centro. En el coche, comenzaron los comentarios, que siempre era lo mismo, que nunca avisan nada, capaz estén de asamblea con  lo que ganan y nadie resuelve nada.

“Sabe lo que pasa?”- Dijo el Taxista.  -” El tema del transporte no lo quieren resolver porque hay muchos intereses creados” -

El hombre continuaba exaltado y sus comentarios eran cada vez más fuertes y duros. – Y vos como sabes?- Le dijo al taxista. “Porque a mí me despidieron hace 4 meses, sin causa ni telegrama ni nada. A mí, y a 300 más.”

“300?” Reacciono Ella, “ pero como si no salió en ningún lado? “

“No va a salir porque la mayoría son mecánicos, pintores, ordenanzas, por eso los colectivos están como están. No compran repuestos para arreglarlos y echan a la gente que sabe repararlos. No tocan a los choferes.”- agregó el Taxista.

“300” pensaba ella.

El hombre estaba cada vez más alterado, despotricaba contra el gobierno, contra la gente, contra todo, mientras su esposa le tocaba disimuladamente el brazo para que se calmara. Por fin llegaron al centro y allí se bajaron mientras Ella seguía viaje. El Taxista le dijo “ni siquiera te dieron las gracias… “Ella sonrió mientras meneaba la cabeza.

“300?” volvió a preguntar pensando en que el Taxista exageraba.

“Si, van de a poco, trabajo de cirugía. Sabes por qué me echaron? Porque quise afiliarme a otro gremio que está avalado por el ministerio y LA EMPRESA no me dejo. LA EMPRESA repitió. Decime si no están confabulados.”

Luego agregó con voz profunda y angustiada “No sabes lo que estoy pasando porque estos hijos de puta del gremio amenazaron mi casa y a mi familia. Estos me la van a pagar. Nadie se mete con mi familia. No pueden echarme así sin causa después de 20 años de trabajo, jamás un problema. Todo empezó cuando me eligieron delegado porque muchos compañeros no los quieren. Ahí me empezaron a perseguir.”

Ella pensaba en la impunidad, en la soberbia, en la corrupción, en la soledad.

El Taxista estaba cada vez más consternado y casi con vergüenza le dijo “Sabes donde vivo yo? En barrio San Jorge, lo conoces?”

Ella asintió. Lugar durísimo, mucha violencia, mucha droga, mucho robo.

“Tuve que buscar unos tipos del barrio para que me vendan un arma que no tengo ni idea de cómo usar, te das cuenta? Pero con mi familia no, no los voy a dejar.”- mientras se aferraba al volante como si fuera la última vez.

Llegamos a destino. Ella, mientras buscaba el dinero le dijo “mantené la calma por favor. Y suerte, deja que tu abogado haga todo.”

“Si, gracias” -respondió – “Suerte vos también y Disculpa.”

“No hay nada que disculpar. Mucha suerte. “

Entró al edificio. Hoy el pasillo principal lo vio oscuro y eternamente largo. 300, se dijo, de a poco, silencioso… “y aquí casi uno” – se dijo irónicamente mientras pasaba por la puerta del socio que pidió su cabeza

Marcó en el reloj y como si nada hubiera pasado les dijo a todos, “buenos días…”.

                                                                                                                               Mayo 2019

Liliana Ferreyra (Trabajadora de la Salud de Institución Privada) - Ciudad de Córdoba

 

El Jurado expresó:  Contundente y enérgico.  A pesar de sus pocas páginas, intriga, ilustra el contexto con una fuerte denuncia, y redondea una anécdota donde los personajes tienen cuerpo y complejidad.

Está muy bien contado. Describe de manera precisa las relaciones de poder en el ámbito laboral, lo consigue a través de la creación de buenos personajes y buenos diálogos.

En 300 hay denuncia (taxista), hay angustia, asombro y hasta resignación (expresado en el narrador) y hay prejuicios y prepotencia (en los personajes secundarios), sencillamente, 300 tiene todos los condimentos indispensables para lograr un relato perfecto desde el título hasta la frase final.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>