por Silvia Belga y Eduardo Ahamendaburu (Secretaria de Salud Laboral, CTA, y Presidente del ISLyMA)
Córdoba, 5 de octubre de 2011
Mayco, 23 años, trabajador de CRESE
Murió aplastado por residuos en su lugar de trabajo
(O la hipocresía para explicar la muerte de un trabajador)
Ayer murió al mediodía Mayco Portela, trabajador de la empresa CRESE, en el predio de enterramiento que la empresa municipal de recolección de residuos posee en la ruta 36, en la provincia de Córdoba.
Los medios que se hicieron eco de lo sucedido, no dudaron de calificarlo de tragedia. El vocero de la empresa, Luis Zanetti, tampoco dudó en señalar: “Esto es una verdadera tragedia. Un camión contenedor de contenedores estaba haciendo una descarga y en el momento en que levanta el contenedor, colapsa la grúa telescópica -que se dobla- y al producirse esto el contenedor gira y cae la carga sobre Mayco que fallece aplastado por estos residuos”.
Asociar la muerte de Mayco con la tragedia, es casi lo mismo que decir que por alguna causa misteriosa e inevitable, ese era su destino. Un drama cuyo hilo conduce inexorablemente a la destrucción del protagonista.
¿Qué Dioses, fatalidad, hado o fuerza misteriosa, hicieron que la grúa telescópica colapsara y se doblara?
Explicar la muerte de Mayco de esta forma, es un ejercicio de hipocresía.
No hace falta ser especialista, para saber que las máquinas, equipos y herramientas, requieren de mantenimiento, renovación, que los materiales sufren fatiga con el uso, porque sino: “colapsan y se doblan”
Hace poco menos de un mes murió Mariana, de 22 años en Córdoba, atropellada durante un “picada” en el centro de nuestra ciudad y nos conmovió a todos. El Juez de la causa en fallo ejemplar cambió la carátula de “homicidio culposo” a “homicidio por dolo eventual”; es decir, el homicida no tuvo intención de matar; pero pudo imaginarse que con su acción podía hacerlo o dañar.
¿Quién o quienes omiten, por razones de costos u operativas, o por la causa que sea; las tareas inherentes a la seguridad en el trabajo, como lo son el mantenimiento y renovación de máquinas, equipos y herramientas; no pueden también imaginarse la posibilidad de matar o mutilar?
La fatalidad para explicar la muerte de los trabajadores, descansa en la idea de que éstos enfrentan un destino inexorable y que la lucha contra él, siempre será infructuosa. Para esta concepción, los trabajadores sólo somos insumos en los procesos productivos. De esta forma, la muerte de Mayco, como la de tantos otros trabajadores, se procura “naturalizar” ante los ojos de la sociedad.
Mientras los trabajadores, no seamos activos constructores de nuestras propias circunstancias de vida y no nos organicemos en la pelea por las condiciones y medio ambiente de trabajo, a Mayco lo reemplazará otro joven en su puesto, al igual que al albañil que se precipita al vacío.