Título: PANZA
Autor: VANADIS
Aun no tenía panza, los botones del guardapolvo cierran todos; pero este niño se anunciaba difícil: había pérdidas de sangre y tocaba hacer reposo… cuidar al porotito, ese era su tamaño. Desprendimiento, dijo la doctora, no nos ilusionemos por ahora, dijo.
Al regresar de la licencia el clima laboral se había vuelto hostil y la exigencia laboral había aumentado. Había jefa nueva. Los paracaídas suelen traer este tipo de empleados-jefe..
Ahora era de suma importancia realizar tareas intrascendentes que prolongaban la jornada laboral, interminables reuniones sin horario… Se respiraba un clima álgido, comenzaron a ser cotidianas las descalificaciones; la supervisión permanente había convertido en vigilancia. Las humillaciones frente a las compañeras…los apercibimientos sin motivo… Y cuando la jefa comenzó a abusar de las palabras convirtiendo cada frase en un arma de blanca, ocurrió lo insospechado, la sorpresa: las compañeras de trabajo, miraban para otro lado…todas salvo una, una docente nueva, que vencía el miedo para apoyarme tímidamente.
No hay espacio para lágrimas, al volver a casa, esta casita en obra, me aguarda mi pequeña niña de dos añitos, nuestro sol… y mi pareja, pilar y sostén.
Arena, cal y cemento: la casita crece y la panza también. Crece, pero con nuevas pérdidas de sangre. Y se impone otro pedido de licencia. Serán unos días para respirar y reflexionar: trabajo en un jardín, haciendo lo que siempre soñé: guiar un grupo de niños. Llevo años en esta escuela,, las familias me conocen y me aprecian. Y pienso: “solo me tengo que esforzar un poco más, sin duda lo la jefa lo notará… y volveré a sentir que mi jardín de infantes, es un buen lugar”. Hace diez años que estoy en la comunidad escolar, se me reconoce por compromiso y dedicación..
Acaba la semana, vuelvo a la sala, ahora solo me cierran dos botones del guardapolvo, el bebé va reclamando su espacio.
Lo que si se me cierra es la garganta, la angustia sube por el pecho y me deja sin aire, sin palabras, sin respuestas: el maltrato sin razón en el trabajo, continúa día tras día.
Pido permiso para ir al baño, las micciones son frecuentes en el embarazo, de paso me lavo la cara, no quiero me vean llorar mis alumnitos.
“Todo pasa” me digo, “¿esto también pasará….? “
El miedo me va ganando ¿perderé el trabajo, perderé a mi niño…? Pero no, no pensemos cosas feas…Acá están las manitos de los 27 niños de mi sala, cantemos juntos una canción para espantar los fantasmas…salgamos a buscar el sol.
Llega el tiempo de nacer y de abrazar la vida. Mi niño es un luchador, nace sin poder respirar pero sale adelante. Ahora son dos, los soles en nuestra casa.
Las horas felices no tienen reloj, dice el refrán. Finalizan los tres meses de maternidad.
Una mañana me encuentro abrochando todos los botones de mi guardapolvo, todos, salvo los dos de arriba, esos no cierran: la leche brota como una fuente. Mis pechos no quieren entender de relojes, ni de uniformes.
Pero en vano me vestí con el uniforme: llega una notificación de la escuela: me imponen prolongar la licencia, ahora sin goce de sueldo, “Extensión de licencia por maternidad. Es un derecho de toda madre” me dicen….¿ Cómo? …. yo no lo pedí…
La nota explica “que es por continuidad pedagógica y para que los alumnos de sala de cinco no tengan otro cambio docente”.
No tengo fuerzas para litigar. Accedo.
Y me pregunto ¿dónde están las palabras, porque no me puedo defender?
Esto de parir y maternar ha modificado mi capacidad de respuesta…..El miedo me invade nuevamente. La idea de continuar trabajando en ese clima laboral me desarma.
Tiempo después me diagnostican ”Mal de Crohn”, una enfermedad intestinal discapacitante, de la que no se conoce curación, solo se sabe que se dispara en situaciones de estrés.
Quedo en tarea pasiva.
Trabajadora de la Educación – Provincia de Córdoba – 2016-
Del jurado: El efecto del maltrato en el trabajo, y su consecuencia el estrés. Otra expresión del papel de lo organizacional del trabajo como fuente de riesgo.
Existe maltrato con razón cabe preguntarse ante el planteo de VANADIS.
Maltrato es eso , maltrato con o sin razón no debe ser, se debe responder.
Con acento en la cuestión de género.